IMPACT Magazine Feature: Blue Hour, Bright Future

Overcoming a Most Challenging Year

By Gisel Torres Medrano, 11th grader at IDEA Carver College Preparatory

My family owns a small camera installation business that was hit hard during the early waves of the COVID-19 pandemic. The closure of the nation meant that small businesses like ours would have to struggle to survive. Thus, it was not easy to learn to try to ignore the fact that while we were bottled at home, thousands of people were losing their lives to an unknown and terrifying virus.

My family’s camera business was not the only challenge on my mind. Seeing my friends through a computer screen, was in some way, for me, truly heartbreaking. I vastly prefer in-person instruction, as did many of my peers. They, just like me, were stuck in front of a digital device for the rest of the day. Digital learning limited our activities in the classroom and outside of it. The camera was our eyes, the microphone our mouths. There, my pencils and notebooks laid lonely and abandoned, for they were rather useless to a digital school’s demands. I must admit, despite the best efforts of my IDEA teachers to bridge the gap in the distance-learning world, my emotional health took a toll. I missed being able to hug my friends.

And yet, time passed. I persisted. I was able to improve my math skills and thus, my grades overall. Now, as I prepare to start my senior year, I remain optimistic. This school year will be a better year, especially since I will be returning to school in person! I am so excited to be together again with my classmates and my teachers. Being in school just makes the world feel more accurate, more palpable, something I am a part of. I am so excited to be a body and a face and no longer just an image. I am eager to lead the clubs, such as the student newspaper that my peers and I have found in a loud and proud voice we all can use. I am also so excited to take advancement placement (AP) statistics and AP computer science. My senior year will be a year for me to mature and prepare for the world beyond IDEA.

I am so excited to see the world in color again. IDEA Carver has taught me that knowledge is what matters; family is not only those in your home but those with whom one makes close bonds; union makes strength, and that respect makes the difference. I am truly blessed, and I am extremely grateful to be placed in this school. I have grown, I’ve gained and lost friends, I’ve found myself and I have questioned my surroundings. IDEA is my second home.

Though time has passed, and my time of flight is near, I will savor this last year and make sure I am prepared for what’s next. I will endure just like my family’s camera business endured. I will make my dream of becoming an astronaut a reality. I will apply, attend, and graduate from the college of my choice. This 12-year-old kid once imagined floating in outer space, improving great ideas, and expanding humanity’s boundaries. I want to be among the stars and feel the vastness of the universe surrounding me. I want to study it all, everything, and prepare myself to the maximum to get there.

I am ready.


La Hora Perfecta, Un Futuro Brillante: Superando uno de los años más desafiante

Por Gisel Torres Medrano, estudiante de 11º grado en IDEA Carver College Preparatory

Mi familia es dueña de un pequeño negocio de instalación de cámaras que fue golpeado fuertemente durante las primeras olas de la pandemia de COVID-19. El cierre de la nación significó que empresas como la de mi familia tendrían que luchar para sobrevivir. Por lo tanto, no fue fácil aprender a tratar de ignorar el hecho de que mientras estábamos encerrados en casa, la vida de miles de personas fue tomadas por un virus desconocido y aterrador.

El negocio de cámaras de mi familia no era el único desafío en mi mente. Ver a mis amigos a través de la pantalla de una computadora, fue de alguna manera, para mí, verdaderamente desgarrador. Prefiero enormemente la educación en persona, al igual que muchos de mis compañeros. Ellos, al igual que yo, estaban atrapados frente a un dispositivo digital durante el resto del día. El aprendizaje digital limitaba nuestras actividades en el aula y fuera de ella. La cámara eran nuestros ojos, el micrófono nuestras bocas. Ahí estaban, solitarios, mis lápices y cuadernos a los que había abandonado, porque eran bastante inútiles para las demandas de una escuela digital. Debo admitir que, a pesar de los mejores esfuerzos de mis maestros de IDEA para cerrar la brecha en el mundo de la educación a distancia, mi estado emocional cobro factura. Extrañaba poder abrazar a mis amigos.

Y, sin embargo, el tiempo pasó. Persistí. Pude mejorar mis habilidades matemáticas y, por lo tanto, mis calificaciones en general. Ahora, como pronto voy a iniciar mi último año, me mantengo optimista. ¡Este ciclo escolar será mejor, especialmente porque voy a volver a la escuela en persona! Estoy muy emocionada de estar de nuevo con mis compañeros de clase y mis profesores. Estar en la escuela hace que el mundo se sienta más preciso, más palpable, algo de lo que soy parte. Estoy muy emocionada de ser un cuerpo y una cara y no solo una imagen. Estoy ansiosa por dirigir los clubes, como el periódico estudiantil donde mis compañeros y yo hemos encontrado una manera de alzar la voz sintiéndonos orgullosos y que todos podemos usar. También estoy emocionada de tomar clases avanzadas (AP) de estadísticas y AP informática. Mi último año será un año para madurar y para prepararme para el mundo después de IDEA.

Estoy muy emocionada de ver color en el mundo de nuevo. IDEA Carver me ha enseñado que el conocimiento es lo que importa; la familia no sólo es aquellos en nuestro hogar, sino aquellos con los que uno crea lazos estrechos; la unión hace la fuerza, y ese respeto hace la diferencia. Soy muy bendecida, y estoy extremadamente agradecido de pertenecer a esta escuela. He crecido, he ganado y perdido amigos, me he encontrado a mí misma y he cuestionado mi entorno. IDEA es mi segundo hogar.

Aunque el tiempo ha pasado y mi tiempo de volar está cerca, disfrutare este último año y me aseguraré de estar preparada para lo que viene. Me sostendré como lo hizo el negocio de cámaras de mi familia. Haré realidad mi sueño de convertirme en astronauta. Aplicaré, asistiré y me graduaré de la universidad de mi elección. Un niño de 12 años una vez imaginó flotar en el espacio exterior, con grandes ideas y expandiendo los límites de la humanidad. Quiero estar entre las estrellas y sentir la inmensidad del universo que me rodea. Quiero estudiar de todo y todo, y prepararme al máximo para llegar allí.

Estoy lista.

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